Durante los últimos ocho años, astrónomos de la NASA han estado monitorizando
la Luna en busca de signos de explosiones causadas por meteoroides que golpean
la superficie lunar.
Las "lluvias de meteoros lunares" han resultado ser más
comunes que lo que cualquiera podría esperar ya que todos los años se producen
cientos de impactos detectables.
Estos astrónomos acaban de ver la explosión más grande de la historia del
programa.
"El 17 de marzo de 2013, un objeto del tamaño aproximado de una pequeña
piedra chocó contra la superficie lunar en Mare Imbrium (Mar de la
Lluvia)", afirma Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente de Meteoroides
(Meteoroid Environment Office, en idioma inglés), de la NASA. "Explotó en un
abrir y cerrar de ojos, con un brillo casi diez veces mayor que cualquier otra
cosa que hayamos visto antes".
En esta imagen, se describe el impacto lunar: Fecha: 17 de marzo de 2013; Peso:
40 kilogramos; Tamaño: 0,3 - 0,4 metros; Velocidad: 90.123 kilómetros por hora
(56.000 millas por hora); Explosión: Equivalente a 5 toneladas de TNT.
Cualquiera que estuviera observando la Luna en el momento del impacto podría
haber visto la explosión; no fue necesario utilizar telescopios. Durante
aproximadamente un segundo, el sitio del impacto brilló como si fuera una
estrella de cuarta magnitud.
Ron Suggs, un analista del Centro Marshall para Vuelos Espaciales (Marshall
Space Flight Center, en idioma inglés), fue el primero en darse cuenta del
impacto porque quedó registrado mediante un video digital en los telescopios de
monitorización, de 14 pulgadas, del programa. "Simplemente saltó a la vista; era
muy brillante", recuerda.
El meteoroide, de 40 kilogramos, que medía de 0,3 a 0,4 metros, golpeó la
Luna a 90.123 kilómetros por hora (56.000 millas por hora). La explosión(1) que
se produjo como consecuencia de esto provocó un estallido equivalente al de 5
toneladas de TNT.
Cooke considera que el impacto lunar podría haber sido parte de un suceso
mucho más grande.
"En la noche del 17 de marzo, la NASA y las cámaras de todo el cielo de la
Universidad de Ontario del Oeste captaron una cantidad inusual de meteoros que
penetraban profundamente justo aquí en la Tierra", señala. "Las bolas de fuego
viajaban a lo largo de órbitas idénticas, entre la Tierra y el cinturón de
asteroides".
Esto significa que la Tierra y la Luna estaban siendo bombardeadas por
meteoroides casi al mismo tiempo.
"Mi hipótesis de trabajo es que ambos sucesos están relacionados y que esto
constituye un cúmulo de material de corta duración en el sistema Tierra-Luna",
dice Cooke.
Estos cuadros, en colores falsos, extraídos del vídeo original, en blanco y
negro, muestran el desarrollo de la explosión. En su punto máximo, el destello
fue tan brillante como una estrella de cuarta magnitud.
Una de las metas del programa de monitorización de la Luna es identificar
nuevas corrientes de desechos espaciales que representen una posible amenaza
para el sistema Tierra-Luna. El suceso que se produjo el 17 de marzo parece ser
un buen candidato.
Los controladores del Orbitador de Reconocimiento Lunar (Lunar Reconnaissance
Orbiter o LRO, por su sigla en idioma inglés), de la NASA, han sido notificados
del suceso. El cráter podría alcanzar los 20 metros, lo que lo convertiría en un
blanco fácil para el LRO la próxima vez que la nave espacial pase sobre el sitio
del impacto. Si los investigadores comparan el tamaño del cráter con el brillo
del destello, eso les daría una valiosa medida "básica" para validar modelos de
impactos lunares.
A diferencia de la Tierra, que tiene una atmósfera para protegerla, la Luna
no posee aire y está expuesta. Los "meteoros lunares" se estrellan en el suelo
con bastante frecuencia. Desde que comenzó el programa de monitorización, en el
año 2005, el equipo dedicado a los impactos lunares, de la NASA, ha detectado
más de 300 impactos, y la mayoría de ellos han exhibido un orden de magnitud
menor que el del suceso que tuvo lugar el 17 de marzo. Estadísticamente
hablando, más de la mitad de todos los meteoros lunares provienen de corrientes
de meteoros conocidas, como las Perseidas y las Leónidas. El resto son meteoros
esporádicos, pedazos aleatorios de cometas y restos de asteroides de origen
desconocido.
El programa de monitorización lunar, de la NASA, ha detectado cientos de impactos de meteoroides. El más brillante, que fue detectado el 17 de marzo de 2013, en Mare Imbrium, está marcado con el cuadrado rojo.
La Política de Exploración Espacial de Estados Unidos (U.S. Space Exploration Policy, en idioma inglés) finalmente solicita que los astronautas permanezcan más tiempo sobre la superficie lunar. La identificación de las fuentes de los meteoros lunares y la medición de sus tasas de impacto otorgan a los futuros exploradores de la Luna una idea de qué pueden esperar. ¿Es seguro realizar una caminata espacial o no? Mediados de marzo sería un buen momento para quedarse adentro.
"Estaremos atentos por si detectamos signos de otro suceso el año próximo,
cuando el sistema Tierra-Luna atraviese la misma región del espacio", afirma
Cooke. "Mientras tanto, nuestro análisis del suceso del 17 de marzo continúa".
(1) La Luna no tiene atmósfera con oxígeno, entonces, ¿cómo algo puede explotar?
Los meteoros lunares no necesitan oxígeno o combustión para tornarse visibles.
Chocan contra el suelo con tanta energía cinética que incluso una piedrita puede
ocasionar un cráter de varios metros de diámetro. El destello de luz no proviene
de la combustión sino del brillo que produce la roca fundida y el vapor caliente
en el sitio del impacto.